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2 Piedepágina • agosto de 2020

                                                                           Para mi padre, Jidi Zuozhuo Wuhelüeju

                                                                           Cuando la cuna fantasmal cae del cielo
                                                                                   la pluma de un halcón envuelve el tiempo, y tus pensamientos
                                                                                   lentamente clarean para una cachipolla ignota del tiempo robado
                                                                           encima de montañas y ríos.

                                                                           Tu cuerpo duerme acurrucado sobre su flanco izquierdo
                                                                           igual que tus antepasados, y una muerte ancestral anuncia el regreso.
                                                                           Es el cuerno de buey de todos los seres vivos, y lo repite
                                                                           una y otra vez, pero ahora, más que otra cosa, suena a alborada.

Elegía tardía                                                              La luz es el único mensajero, y esos caminos ya no conducen
                                                                           a lugares extraños, guiando más bien tus cabras por las empinadas laderas del
         Jidi Majia                                                        								[pesar.
                                                                           Aquellos erizos que siempre hacen guardia no llaman tu nombre
                                                                           aunque la otra mitad perdida de la libertad haya sido saqueada en el terror.
                                                                           He aquí la última aceptación, y todos los espíritus y las personas
                                                                           han de cumplir los ritos finales hasta completarlos.
                                                                           No te extravíes, no todos los caminos pueden recorrerse,
                                                                           siendo éste el recordatorio de que esas imágenes, cuando se abran,
                                                                           no serán iluminadas por las estrellas, y que sólo en tu propio camino puedes
                                                                           								[atisbar
                                                                           las huellas dejadas por la silla de montar. Un discurso inaudible gobierna las
                                                                           							[sombras falsas
                                                                           que antes del ocaso perturban el sueño de las nueve antiguas palabras Yi
                                                                           que fueron proclamadas.

                    Sichuán, China, 1961                                   Ésta es tu armadura, y quién aparte de ti
                                                                           se atrevería a venir a reclamarla, pues el honor y los gritos alguna vez
  Frente al espíritu de contención y de mesura que uno cree deber espe-    hicieron desaparecer las bestias.
rar de una poesía china, la poesía de Jidi Majia, en sus momentos de       Todos los oídos saben de tu regreso, y no es el viento del amanecer
gran aliento, como es el caso presente, adquiere en su transcurso plu-     el que trae noticias, sino la armadura colgada en las paredes del cuarto ancestral
vial y majestuoso una cualidad exuberante. Una memoria milenaria y         emitiendo los extraños sonidos de algo que se mueve,
bullente parece crispar esos versos prolongados que dibujan la concien-    y sólo los secretos de la muerte han de seguir siendo.
cia de la herencia hecha presente. Esta poderosa elegía conjuga la lírica  He aquí tu corona de plata,
de la nostalgia amorosa con un ímpetu narrativo que la va convirtien-      gravada en el centro de la cascada solar.
do en epopeya de un linaje resurrecto, profundizando en un tiempo y        Las alas escuchan atentamente las montañas ha luengo tiempo asentadas,
un paisaje ancestrales.                                                    y el reloj de arena de las constelaciones es repatriado por un horno de huesos
                                                                           								[de cabra.
                                                                           Deja que tus acompañantes reciban los ardientes guijarros rojos destinados
                                                                           								[a los dioses,
                                                                           pues éste es un territorio denudado,
                                                                           y todos los ojos pueden ver
                                                                           desaparecer el halcón en el firmamento; no es el célebre sabueso de leyenda,
                                                                           Kemaguo , mordiendo el hueso de un animal que no tuvo suerte, sino más bien
                                                                           el cáliz de garra de halcón del adivino rodando desde la cresta montañosa hasta
                                                                           								[el valle.
                                                                           ¿Eres tú escapando de los grilletes del cuerpo,
                                                                           o es que proclamas la genealogía de tu clan en calidad de guerrero?

  Jidi Majia es uno de los poetas chinos más renombrados en la actuali-    El anuncio de muerte suele propagarse con más rapidez
dad. Ediciones Acirema publica este año 2020 su antología Del Leo-         que las noticias de éxito, y también viaja más lejos.
pardo de la nieve a Mayakovski, un repertorio que conjuga la simpli-       En este lugar que en el idioma Yi se llama Jilebute ,
cidad, subitaneidad y silencio de la tradición oriental con la acelerada   las montañas fueron tu única cuna y fundamento.
exasperación verbal de una conciencia interior contemporánea, que          Cuando los cucos llaman y vuelven a llamar en las cordilleras,
calibra su mundo desde las raíces étnicas hasta la catástrofe climática.   aquellas horas quebrantadas no transcurren sólo en primavera,
                                                                           y cuando la negrura se vuelve grietas y los gallos cantan a mediodía,
                                                                           cae sobre Riduliesa una terrible nieve roja,
                                                                           lo que significa que la Muerte ha levantado su bandera en lo más alto.
                                                                           Algunos dicen que aquel día, incluso si llegara a venir el enemigo,
                                                                           no se podría despachar soldados.
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